Dos fuertes terremotos dejaron un desolador panorama de muerte y destrucción en Turquía y Siria. Los sismos de magnitud 7,8 y 7,5, seguidos de varias réplicas, han dejado un saldo de miles de fallecidos y heridos a ambos lados de la frontera.
Los temblores se sintieron también en Irak, el Líbano e Israel. El balance conjunto de muertos asciende ya a más de 3.600 fallecidos: 2.316 personas en Turquía y 1.293 en Siria. Las imágenes que llegan de la zona afectada muestran una gran destrucción con decenas de edificios altos reducidos a escombros, mientras que los equipos de rescate trabajan contra el reloj.
El epicentro se ha registrado 33 km al sur de la ciudad turca de Gaziantep y se ha notado en países vecinos como Líbano y Chipre.
Entre el primer terremoto y el segundo se produjeron unos 78 temblores, informó la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
La Autoridad de Desastres y Emergencia de Turquía ha enviado a sus equipos a la zona y dice que hay al menos 10 ciudades afectadas, eleva el nivel de alarma al 4 y pide ayuda internacional. La primera respuesta llega desde el Centro de Coordinación de Respuesta de Emergencia de la Unión Europea y equipo de Holanda y Rumania ya se dirigen a las zonas afectadas.
El mal tiempo dificulta las labores de rescate y desde ciudades como Estambul y Ankara los vuelos al Este están detenido debido al temporal. Los aeropuertos de Gaziantep y Hatay han tenido que detener la actividad debido a los daños sufridos en las pistas.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, decretó luto nacional de 7 días hasta el 12 de febrero por las víctimas del devastador terremoto.
«Se ha declarado un luto nacional de siete días. Hasta la puesta del sol del 12 de febrero, la bandera de Turquía permanecerá a media asta en todo el país y en las misiones extranjeras», escribió Erdogan en su canal de Telegram.
Desde el lado turco se siguen las operaciones casi al minuto, pero es más complicado saber lo que sucede al norte de Siria. Desde Damasco elevan a 320 los muertos, lo que ocurre es que una de las provincias afectadas es Idlib y se encuentra fuera del control del régimen. Idlib está gobernada por el brazo sirio de Al Qaeda y allí viven millones de sirios desplazados durante la guerra.