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Una serie de explosiones de aparatos de comunicación conocidos como bíperes ha causado la muerte de varias personas y dejado miles de heridos en el Líbano. Según fuentes oficiales, entre las víctimas se encuentran un niño y miembros del movimiento Hizbulá. Las explosiones ocurrieron en distintas partes del país, generando una crisis de emergencia que ha sobrecargado los servicios médicos.
El ministro de Salud del Líbano, Firas Abiad, informó que al menos ocho personas fallecieron y más de 2,700 resultaron heridas, con alrededor de 200 en estado crítico. Las autoridades han solicitado a la población que evite el uso de transporte privado para facilitar el tránsito de ambulancias y servicios de emergencia.
El incidente ha sido descrito como una grave amenaza a la seguridad por un funcionario de Hizbulá, quien señaló que esta explosión masiva de bíperes es la mayor vulneración que ha sufrido el grupo en el último año. La situación ha generado alarma en el país, aunque no se ha reportado ninguna reacción oficial por parte de Israel, según medios locales.
Las explosiones ocurrieron el 17 de septiembre en distintas partes del Líbano, afectando a miles de personas. Estos incidentes fueron provocados por una falla masiva en aparatos de comunicación conocidos como bíperes, utilizados por miembros del movimiento Hizbulá. La magnitud de las explosiones resultó en al menos ocho muertos, incluido un niño, y más de 2,700 personas heridas, muchas de ellas en estado crítico.
Lo que hace que este evento sea particularmente preocupante es la naturaleza coordinada de las explosiones, ya que los bíperes explotaron de forma simultánea en varias ubicaciones. Según algunos informes, estas explosiones podrían estar relacionadas con advertencias previas del líder de Hizbulá, Hasan Nasrala, quien había sugerido no utilizar teléfonos celulares debido a preocupaciones de seguridad.
Las autoridades del Líbano, incluidas las de salud y emergencia, se movilizaron rápidamente, aunque los hospitales han quedado desbordados por la cantidad de heridos. La magnitud de la emergencia llevó al Ministerio de Emergencias a solicitar a los ciudadanos que eviten usar transporte privado para que las ambulancias puedan circular libremente. Además, se ha descrito este incidente como una de las mayores violaciones de seguridad a las que Hizbulá se ha enfrentado en el último año. Hasta el momento, no ha habido una reacción oficial por parte de Israel, aunque algunos medios locales han reportado que el evento podría tener implicaciones más amplias en la región.
Los detalles exactos sobre las causas de la explosión siguen sin estar claros, y las investigaciones continúan para determinar si hubo intervención externa o si se trató de una falla técnica masiva.
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