Si alguna vez has experimentado malestar estomacal y flatulencias, es importante conocer qué información pueden proporcionarte los gases intestinales acerca de tu estado de salud.
El exceso de aire en el intestino puede causar distensión abdominal. Estos gases son generados por las bacterias que procesan los alimentos que consumimos. Si no seguimos una buena alimentación, no hacemos ejercicio regularmente y no obtenemos las vitaminas necesarias, es probable que suframos de gases de manera constante.
Las posibles causas de los gases intestinales incluyen comer apresuradamente, tragar aire al hablar mientras comemos o consumir cantidades excesivas de alimentos.

Los gases intestinales no se consideran una enfermedad en sí mismos, pero son una señal de que algo no está funcionando correctamente en nuestro sistema digestivo.
Además, es posible que estemos consumiendo altas cantidades de azúcares y celulosas, que son carbohidratos que no se pueden digerir ni absorber fácilmente. Esto hace que lleguen a los intestinos y se expulsen a través del ano. Algunos alimentos como la coliflor, las lentejas, las pasas y el brócoli también pueden causar este efecto, pero en ese caso, los gases intestinales son naturales.
En general, los gases intestinales son una molestia temporal y no indican una enfermedad grave. Sin embargo, si se presentan con frecuencia y van acompañados de otros síntomas, es recomendable consultar a un médico.
Los gases intestinales son indicativos de malos hábitos alimenticios. Si no masticamos adecuadamente, comemos y bebemos rápidamente, y estamos agitados y estresados, es probable que tengamos dificultades digestivas y, como resultado, gases intestinales.
Además, el tipo de alimentos que consumimos también influye en la digestión. Los alimentos ultra procesados, las frituras, los alimentos y bebidas con edulcorantes y similares son algunos de los principales causantes de gases intestinales, pesadez y otras molestias.
Varios hábitos propician la acumulación de aire en los intestinos, como comer rápidamente, en exceso, beber con pajita, usar dentaduras postizas, beber mucho líquido junto con las comidas, masticar chicles o caramelos regularmente, entre otros. Además, factores como el estrés y la ansiedad pueden aumentar la rapidez al comer y tragar aire, lo que resulta en gases intestinales. Estas emociones también pueden influir en el desarrollo de trastornos como el síndrome del intestino irritable.
La presencia de gases intestinales también puede estar relacionada con otros trastornos como la pancreatitis autoinmunitaria, la diabetes, la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa, el síndrome del intestino irritable y el reflujo gastroesofágico, entre otros.
Algunos síntomas de alarma asociados a los gases intestinales incluyen acidez estomacal, un bulto en el estómago, molestias al comer, falta de apetito, vómitos, mareos, diarrea, estreñimiento, pérdida de peso y cambios en el color de las heces. También es importante prestar atención si los gases aparecen después de tomar algún medicamento o si se experimenta dolor abdominal intenso y constante, especialmente en personas mayores.
Para prevenir los gases intestinales, es fundamental hacer cambios en la alimentación. Algunas recomendaciones incluyen evitar chupar caramelos, limitar el consumo de pasta y quesos, preferir frutas maduras, reducir el consumo de tomate, zanahoria y apio, optar por preparaciones asadas y cocidas en lugar de frituras, evitar productos con alto contenido de azúcar, reducir el consumo de legumbres y verduras que producen gases, evitar lácteos, rábanos, patatas y cebolla cruda, reducir o evitar los refrescos, las bebidas alcohólicas y el chocolate.
El ejercicio regular es altamente recomendado para aliviar los gases intestinales. Actividades como caminar con los hombros rectos y las manos hacia atrás, el ciclismo, el yoga y el pilates, así como subir y bajar escaleras, pueden ser beneficiosas.
En algunos casos, los suplementos probióticos recetados por un especialista pueden ayudar en el proceso de digestión al aportar bacterias beneficiosas.
Si se experimenta un dolor intenso y recurrente durante el día, es recomendable tomar un fármaco anticólico que actúe directamente en el intestino relajando los músculos abdominales. Sin embargo, es importante evitar la automedicación y acudir a un médico para obtener un diagnóstico adecuado y un tratamiento apropiado.
No te automediques, ya que esto puede dificultar el diagnóstico correcto de la causa del dolor. Es importante consultar a un médico, ya que los gases intestinales pueden ser síntomas de otros trastornos subyacentes.